Toda esta Web, la puedo considerar un rincón, pero este apartado es el rincón de mi rincón, donde muestro mis pensamientos más recónditos.

MIS COSAS

CULTURA CANNABICA

          

 ALGO FUNCIONA MAL...

 

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            Algo no funciona del todo bien, tiene que haber algún fallo. Abres lo ojos, te duele el cuerpo, el trabajo te estresa. Intentando sujetar la taza de café abres el diario, todo son malas noticias. El mundo se invierte y la democracia se extingue. Esa  persona seguro que tiene buenas intenciones, pero sus ideas no acaban de cuajar. Escuchad al pueblo, dejadle hablar, no hagáis con nosotros como se hizo con Víctor Jara. Desde arriba es difícil ver el mundo, más bien complicado. Desde la burbuja insonorizada es imposible oír nuestras voces, salid de ella y sentaros en el banco del parque a escucharnos como pocas veces habéis hecho. El poder es por y para el pueblo, da igual el estatus y la capacidad económica, no importa el color o la procedencia, todos somos el pueblo, no decidáis por nosotros.

 

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        Pero con malas amistades te juntaste, y nuevamente supiste apagar nuestras voces, aun así, seguimos y seguiremos gritando. Se cree el amo del mundo, con vaya uno has ido a para, ¿no ves cómo nos manipula? Todo para sus barras y estrellas, por mí que se las queden. Barras y estrellas... en nombre de ellas se atacó a muchos países, murió gente, muere gente. Inocentes y soldados, profesionales muertos, todo por armas más que presumiblemente ficticias. No niego la maldad del jeque, no es que no le desee un castigo justo, simplemente juzgo vuestro método y reniego de vuestros principios. Al Sheriff le digo que se revuelva en su propio petróleo, a Aznar... bueno, no todo el mundo cumple sus promesas, y nuca es demasiado tarde para cambiar.

            

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            El café sabe más amargo que nunca, miras el reloj, toca irse, se acabó el descanso. Coges el ascensor y llegas a la calle, es imposible respirar. Las ciudades se pudren en el humo, contaminan nuestros pulmones, matan a la Tierra. En el fondo, y no tan el fondo, los seres humanos somos como parásitos. Como bien dijo el agente de la película de los Hermanos Wachowski, los humanos vivimos en un lugar hasta destruirlo, desgastarlo. Poblamos y destruimos... volvemos a poblar y volvemos a destruir. El mundo pide socorro, nosotros no le escuchamos, algún día se vengará. Los polos se deshielan, flora y fauna se extinguen, poco queda ya. Llegará un día en que todo se acabará y ya no existirá remedio, y todo por los humanos. Rompemos el equilibrio establecido, somos como la reina del ajedrez, nos movemos libremente, somos poderosos, pero especialmente destructivos.

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         Llueve sobre mojado, siempre es la misma historia, siempre se repite y nunca hago nada para remediarlo, incluso a veces ni le presto atención. La gente se muere en las calles, la gente muere de hambre en el mundo. Mientras unos cuantos vivimos en lo más alto de la jerarquía capitalista, muchísimos otros simplemente intentan sobrevivir. En las esquinas ves gente mendigando, extranjeras prostituyéndose, gente que muere al intentar llegar a la tierra prometida. Cuesta mucho de entender la razón de esta desigualdad, unos tanto y otros tan poco. Vivimos y pagamos con dinero manchado de sangre y muerte, el capitalismo nos ciega y no pensamos en nuestros hermanos que mueren. 

 

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            Con un poco de esfuerzo se podría salir del agujero, pero quienes tienen ese dinero manchado, no tienen intención de ofrecer el brazo para salir de él. Casi mejor que se hundan, piensan muchos, cuanto más abajo estén ellos más arriba estaremos nosotros. Se ha perdido toda conciencia de hermandad, igual que las ciudades, nuestro corazón también se pudre.

 

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            Trabajo, trabajo y más trabajo, a penas tienes tiempo para comer. Las horas giran lentamente en el reloj, trabajas pero no se te reconoce el esfuerzo, tú sólo eres un número de la seguridad social, no aspires a más. Descanso, enciendes un cigarro y saludas al cáncer. Bajas a un bar a media tarde para romper la rutina. Te sientas y pides un café. A tu alrededor mucha gente, una atmósfera claustrofóbica, odiosa: una mujer mayor poco aliñada gasta sus últimos céntimos de su escasa pensión en un máquina tragaperras, un divorciado cincuentón comparte una copa a media tarde con una veinte añera, ... Miras al joven que tienes a un lado, a él se le ve más feliz que al resto de personas de la estancia, en su mirada aun se pueden vislumbrar ideales de libertad y fe en la humanidad. La gente intenta no cruzar la mirada con él, tiene un aspecto más que peculiar, pero seguro que más corazón que todos juntos. Algo te llama la atención... su llavero. Siete puntas verdes surgiendo de un lugar común, no es más que el típico llavero de la hoja de marihuana. Enigmática planta, mientras unos la veneran otros la persiguen cual bruja en la Inquisición. No sé por qué la persiguen, que yo sepa es menos perjudicial que el tabaco.

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Te quedas un rato pensando en esa planta mientras degustas el café. ¿Por qué no la legalizan?, ¿qué intereses existen en las altas esferas para retrasar tan ansiado día? Es algo imposible de entender. Las drogas están viviendo un renacimiento en nuestra sociedad, todo se globaliza, incluso el consumo de drogas. El gobierno no actúa debidamente, el polvo blanco inunda las salas de baile y lo químico llena nuestras bocas, mierda y más mierda. ¿Qué hace mientras tanto el gobierno?, engañarnos con sus nefastas campañas y su información manipulada. Ven en la marihuana como la predecesora de otras muchas drogas, como se vuelve a notar que no han vivido en la Tierra. Castigan al joven por fumar hierba en un parque mientras que el narco, custodiado por sus matones con uzzi del mercado negro, se baña en una orgía de menores, cocaína y dinero, pagan justos por pecadores.

           

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 Eso sí, el tabaco y el alcohol ni tocarlos, que son producto nacional e ingresos para el Estado. Si en el fondo tendrán razón, prefiero el cáncer y la cirrosis a un par de canutos con unos amigos. Es difícil de entender como el tabaco y el alcohol, teniendo la capacidad destructiva que tienen y creando la adicción que crean sean legales mientras que marihuana no tendrán ni los de  la quimioterapia. Saludos a Philip Morris y a Jack Daniel’s, gracias por esta vida corta y dolorosa.

           

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No puedes más y decides que es hora de volver a casa, toca descansar. Asombrado te quedas cuando al salir de aquel lugar descubres que ya no es el Bar de toda la vida, si no un Starbucks. Seguimos con la globalización, que los gringos decidan como debemos vivir y morir, total, lo importante es el dinero, lo demás no importa. Capitalismo y más capitalismo, nunca serás lo suficientemente rico. Un consejo te doy, si en la vida un rico quieres ser: marca moda, explota al desgraciado y lava el cerebro. Ciertamente nos invaden, piensas mientras caminas hacia casa. Mc Donald’s, Nike, Coca Cola,... están por todas partes, nos dicen qué se ha de hacer y cómo. Nos imponen  sus gustos, controlan nuestros mercados y contribuyen al crecimiento de las colas del INEM. Tuerces la esquina y te quedan mirando una bambas, parecen cómodas. Adidas XXX, 100 €, Made in Taiwan. Tiene gracia pensar de donde vienen todos estos productos, pero por desgracia no es una actividad frecuente en nuestra vida. Condiciones inhumanas, jornadas laborales interminables, faenas demoledoras y mecánicas junto con un buen grupo de preadolescentes y gente necesitada de dinero. Los tigres asiáticos siguen creciendo pero un duro precio han tenido que pagar. Su gente muere de hambre y trabaja para nosotros, las empresas recurren a ellos por la necesidad y lo barata que es la mano de obra, no son más que maquinaria industrial mecanizada.

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            Ya en casa, cenas mientras ves a gente morir en Etiopía embutido en tu pijama de seda fabricado en Vietnam. El sueño te vence, decides irte a dormir, la cena se te ha atragantado, el pijama te crea rozaduras y mañana tienes 8 horas más de trabajo por delante. En la cama, cansado de ver ese reportaje sobre niñas cubanas que son tuyas 10 $ decides apagar la tele, saludas al cáncer y tras un par de minutos lo estampas en un cenicero. Por suerte te queda el calor de tu pareja, que ya dormida yace de costado junto a ti. ¡Qué bella es!, piensas mientras recuerdas la de veces que has podido leer de mujeres que han sido asesinadas por sus parejas. Son unos cobardes, ¿cómo alguien es capaz de abusar a un ser de tal belleza haciendo uso de su fuerza física?. Morados, dientes rotos, huesos astillados, bocas silenciosas... abrid la boca y explicadlo, todo aquel que lo merezca debe ser castigado.

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            Finalmente optas por cerrar los ojos, mañana será otro duro día de trabajo y desgracias. No entiendo porque con tanta facilidad abro y cierro lo ojos mientras que otros no son capaces ni de pestañear para ver lo que está ocurriendo de verdad. Es muy posible que esta noche tenga pesadillas, o tal vez hace rato que han comenzado. Buenas noches.